6 de febrero de 2011

Subiendo, subiendo...

Primero un escalón, luego otro, y así durante toda la noche. Subir y subir, sin escuchar los avisos que me dictan la conciencia y el miedo. Subir hata el final. Hasta que se agota el aliento, hasta donde alcanza la vista, hasta el límite del cielo...sin pensar en el descenso.

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