Ya son demasiados días arremolinados en un torrente de rabia contenida y dolor disimulado. El tiempo hará su trabajo y velará los recuerdos con su manto marrón. Pero hasta que difumine las imágenes impresas a fuego en la memoria, sólo queda mirar al fondo del cielo y contar minutos.
¡Hola! te sigo y me gusta lo que escribes, aunque no te lo hago saber por falta de tiempo.
ResponderEliminarsaludos.