19 de abril de 2011

Masas

El clamor fue casi unánime. Nunca antes se había llegado a tal consenso.Su oratoria fértil y apasionada había logrado el acuerdo entre posturas aparentemente irreconciliables. Ahora sólo quedaba repartir saludos, recibir elogios, saldar alguna deuda y desaparecer para siempre.

1 comentario:

  1. Y esto casi es el retrato amable del cinismo y de la superficialidad. Entre políticos, también se da la curiosa situación idéntica pero bajo un disfraz contrario: escenifican el desencuentro y el navajazo para atender a los votos, y luego se comen juntos la langosta y los percebes.
    Saludos

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