28 de junio de 2011

Competición

Siempre llego en segunda posición.

Por más que corra, por más que intente adecuar mi cadencia de movimientos al recorrido, por más que planifique mil y una estrategias, por más que ponga al límite músculos, huesos y tendones, indefectiblemente, llego segundo.

Jamás podré ganar a mi sombra.

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