Creía ciegamente que una idea (fuese ésta cierta, falsa, medio verdad, medio mentira, mal o bien traída, bien o mal hilada...), si se repetía con insistencia y con mántrica cadencia, acabaría convertida en un hecho irrefutable.
Practicó y practicó...hasta su propia extenuación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario