21 de junio de 2011

Reiniciando

Una vez inhibidos los perniciosos efectos secundarios asociados a la ausencia de sueños, el hombre sin sombra decidió salir de su húmedo cubil, con la leve esperanza de reencontrar aquella mirada que un día, no hace mucho, le silbó al oído una retahíla de deseos por cumplir.

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