7 de noviembre de 2011

Mitin

Sus palabras sonaban cada vez más huecas. En realidad, su garganta hacía rato que sólo expelía unos leves gorgoteos, casi inaudibles, maquillados a duras penas por la atronadora megafonía. Aún así, los concurrentes seguían mostrando su fervor, agitando, impertérritos, las banderas.

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