Calles vacías.
Aire espeso.
Desierto urbano.
Las aceras desnudas nos abrazan y el cielo nos obsequia con otra noche sin amenaza de tormenta.
11 de noviembre de 2011
Lid
Lanza piedrecitas al mar sin mirar al horizonte.
Su mejor momento pasó hace ya tiempo, pero insiste, noche tras noche, en desafiar al destino.
Vela
Velo tu sueño y tus sueños mientras me empapo de luna de invierno.
La noche será larga, pero la conjunción entre tu influjo y el influjo lunar, me dará el empuje preciso para empezar a soñar, sin necesidad de pasar por el pesado trámite de cerrar los ojos.
La noche será larga, pero la conjunción entre tu influjo y el influjo lunar, me dará el empuje preciso para empezar a soñar, sin necesidad de pasar por el pesado trámite de cerrar los ojos.
Impaciencia
Miraste el reloj, de forma casi inconsciente, y ese leve gesto me invitó a creer que empezaba a ser ya tarde para saldar viejas deudas con el tiempo.
Pleamar
Atravesamos la espesa espuma de la incertidumbre y surcamos las improbables olas del miedo al deseo.
Faltó poco para llegar a la orilla.
Quizás, la próxima vez, haya más suerte.
Time
El futuro parece una sombría caricatura de este presente adobado de deudas con el pasado (el calendario ya hace meses que perdió el significado).
Para poner un poco de orden en este galimatías de tiempo desaliñado, he sincronizado todos los relojes.
Es sólo un primer paso.
Lo sé.
Para poner un poco de orden en este galimatías de tiempo desaliñado, he sincronizado todos los relojes.
Es sólo un primer paso.
Lo sé.
10 de noviembre de 2011
Páramos
A veces, entre las arrugas del destino, asoman cruces de caminos sin señalizar, pero la inercia, la costumbre o el simple miedo, nos llevan a seguir vagando por las planícies absurdas del olvido, mientras luchamos por no alejarnos demasiado de todos aquellos sueños vacíos.
8 de noviembre de 2011
Ida (sin vuelta)
La maleta cargada de agujeros,
el pecho vacío de sueños,
la frente hundida en pensamientos oblicuos.
Viajo hacia la nada.
En la nada me quedo.
el pecho vacío de sueños,
la frente hundida en pensamientos oblicuos.
Viajo hacia la nada.
En la nada me quedo.
Precaución
Huyó.
Pero dejó tras de sí un rastro de piedrecitas brillantes, por si algún día decidía volver, o por si a alguien le apetecía buscarle.
Extremos
Hay noches que mueren antes de nacer, a pesar de la Luna.
A pesar del mar, hay días en que lo único que pasa es el tiempo.
A pesar del mar, hay días en que lo único que pasa es el tiempo.
Planes
Trazo líneas, curvas y espirales.
Improviso construcciones abigarradas sin vigas ni ciemientos.
Lleno el aire de castillos transparentes.
Lazo
Temblamos entrelazados,
cegados,
en silencio.
Sólo el sudor
marca el límite de la piel.
Sólo el amanecer
marca el límite del sueño.
7 de noviembre de 2011
Política ficción (II)
Era el candidato casi perfecto. Sin ambición, sin debilidades y sin deudas que saldar. Poseía firmes ideales, y una honradez sin límites conocidos. Al fin, los ciudadanos tenían en quién confiar.
Obviamente, esto sucedió en un país muy lejano, hace mucho, mucho tiempo.
Obviamente, esto sucedió en un país muy lejano, hace mucho, mucho tiempo.
Democracia
El candidato número veinte de la lista que todos sabemos por la cicunscripción que podemos imaginar, acude en su flamante coche nuevo al colegio electoral de siempre. Tras ejercer su inalienable derecho al voto, regresa a su torre de marfil recién reformada.
Fin.
(Y principio).
Fin.
(Y principio).
Política ficción
La charca estaba especialmente bulliciosa aquel día. No era para menos. Uno por uno, los sapos subieron al escenario, y expusieron las razones por las que cada cual creía que debía ser el elegido. La princesa asentía en silencio, concentrada. Era mucho lo que se jugaba.
Estepario
Casi todas las noches aullaba sus penas en la soledad del bosque. Comoquiera que nunca nadie le había escuchado, su dolor pasaba desapercibido para el común de los mortales. Hasta que, henchido de orgullo herido, un día de noviembre decidió bajar al pueblo y gritar en silencio.
Mitin
Sus palabras sonaban cada vez más huecas. En realidad, su garganta hacía rato que sólo expelía unos leves gorgoteos, casi inaudibles, maquillados a duras penas por la atronadora megafonía. Aún así, los concurrentes seguían mostrando su fervor, agitando, impertérritos, las banderas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)