2 de febrero de 2015

Viceversa

Las nubes acarician el suelo con su aliento translúcido y helado.

Las gotas de lluvia se elevan, danzan al azar y dibujan un laberinto de estelas, antes de difuminarse en el infinito del cielo.

Un sinfín de rayos surca las aceras, esquivando los grises edificios y los coches varados.

Los pocos transeuntes que se atreven a retar al viento, corren cabezaabajo de uno a otro lado, esforzándose por no perder el equilibrio y por no ensuciar con sus manos el enorme lienzo efímero en que se está convirtiendo la calle...

... Estampas típicas de invierno a este lado del espejo trucado.

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