El candidato y previsible ganador de las elecciones obedeció a
regañadientes a sus asesores, y dedicó el día anterior a los comicios a
reflexionar.
Comoquiera que no era muy dado a tamaños esfuerzos mentales, entró en un
profundo trance que le mantuvo placenteramente dormido hasta bien
entrada la legislatura.
Nadie se percató.
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